Superando la Depresión

La depresión puede ser una experiencia muy solitaria. Si sientes que la vida es
imposible en este momento y te abruma, debes saber que te escucho, que te
entiendo y que no estás solo.
He tenido depresión en diferentes etapas de mi vida: de adolescente, durante mi
carrera laboral y como madre primeriza. Todos los síntomas son muy parecidos y
suelen estar provocados por años de haber intentado ser alguien que no era, de
querer encajar, de llevar muchas máscaras: la hija fuerte e independiente, la
hermana que se mantiene unida, la ejecutiva de altos vuelos, la pareja perfecta y
la madre que lo puede todo.
Pasaba mucho tiempo con pensamientos autoviolentos, liberando emociones
reprimidas, sintiendo ansiedad y teniendo dolores internos como calambres de
estómago. Era incapaz de avanzar, me sentía aislada y me aterraba tener que
volver a hacer todo al día siguiente. A veces tenía ataques de pánico. Era
insoportable, un sinfín de historias que se repetían una y otra vez en mi cabeza de
que no era lo suficientemente buena y de que no me entendían. No había ningún
lugar donde esconderse. Como puedes imaginar, es agotador.

Moving Beyond Depression 02

Mi Punto Más Bajo Fue Un Nuevo Comienzo

Mi punto de inflexión fue una noche en el baño, acurrucada en el suelo. Mi cuerpo,
mi mente, mi espíritu... agotados. Renuncié a tratar de controlarme, a tratar de
complacer a los demás, a tratar de ser perfecta, a tratar de mantenerme en pie. Ya
no tenía nada que dar. Sentía frustración, rabia y culpa. Estaba en mi momento
más oscuro.
Me encontré rezando. ¿A quién? A cualquiera que quisiera escuchar. Tal vez
estaba hablando con Dios. Nunca lo había hecho. No soy una persona religiosa.
Supongo que simplemente necesitaba crear un ser no humano con el que
conectar, que no me juzgara ni me percibiera como algo descompuesto. En ese
momento, algo sucedió. Respiré profundamente como si fuera la primera vez y me
dejé llevar. Las compuertas se abrieron. Sollozaba y no paré hasta que me
desmayé en el suelo. Cuando me desperté, había silencio. Era tan palpable. Me
sentí en paz. Me sentí libre.
Nunca olvidé ese silencio y esa paz. Mirando en retrospectiva, fue mi brújula. Era
mi conexión con algo mucho más grande que mi cuerpo físico, y yo quería más
paz. Pero necesitaba ayuda, y si conseguía ayuda, sabía que estaría bien.

Entregué mis miedos, la tristeza, la culpa, la ira, todo a esa fuerza mayor y confié
en ella. Este fue mi punto de inflexión.

Moving Beyond Depression 03

Ninguna Experiencia Es En Vano

Si hay algo que he aprendido a lo largo de los años, es que ninguna experiencia
de la vida es en vano. Cada experiencia que tuve que pudo ser percibida como
desesperante, traumática y dolorosa me ha ayudado a entender y querer más de
lo que es genuino: esperanza, paz, amor y alegría.
Puede que no se sienta así cuando estás en el suelo del baño, acurrucada en el
rincón, habiendo dado todo lo que tenías. Tienes razón; sé lo que se siente. Estás
cansado, agotado y desesperado. Confía. Se te pasará. Confía. Tienes el control.
Empieza por ti.
Tienes que saber que no eres tus pensamientos y que no eres tu dolor. Tienes
que querer liberarte del sufrimiento. Tienes que saber que hay amor cuando el
sufrimiento cesa.
Después de ese incidente, se me orientó hacia el autocuidado. No había nada de
lujo ni de fantasía en todo ello. Sólo pequeños pasos para reconectar con el ser
Divino-humano que soy. Escuché y tomé decisiones. Y aquí estoy hoy, viviendo
una vida que me encanta, formando parte de una hermosa comunidad haciendo lo
que se me ha encomendado hacer, enseñando Prácticas de Flujo Consciente
como el yoga, la respiración y la meditación de Ascensión.

Los Mejores Consejos

MUEVE TU CUERPO

Ni bien te levantes, pon tu cuerpo en movimiento. Gentilmente muévete y estírate.
Esto ayuda a producir endorfinas, químicos felices producidos en el cerebro. Cada día será diferente. Notarás un cambio después de unos minutos, y tu cuerpo te amará por ello.
RESPIRA
Tómate un par de minutos (con los ojos abiertos o cerrados) para respirar
profundamente. Fíjate en tu respiración cuando sale y entra en el cuerpo, en cómo
cambia la forma de tu cuerpo y en las sensaciones que sientes. Deja que la
respiración sea en partes iguales al inhalar y exhalar. Deja que sea lenta y suave.
Respirar profundamente frena la liberación de cortisol, la hormona del estrés, y se
dice que ayuda a combatir la depresión. Un consejo: coloca pegatinas azules en tu
casa para recordarte que debes respirar conscientemente.

PIDE AYUDA

No es una vergüenza pedir ayuda. Es una señal de fortaleza. Es agotador intentar
resolverlo todo por tu cuenta. Acércate y habla con alguien que te entienda, te
escuche y te sostenga con amor incondicional.

SUMÉRGETE EN LA NATURALEZA
La naturaleza está en todas partes y te recuerda el flujo y reflujo de la vida. Ves
los ciclos, las estaciones, la muerte y el renacimiento, el color, la textura y las
sensaciones. Todo tiene un propósito, y todo colabora en armonía. Es expansivo y
te saca de la noción de que eres pequeño y te muestra naturalmente que eres
parte de algo mucho más significativo. Tómate un momento para detenerte y darte
cuenta. Sonríe y la naturaleza te mostrará la belleza.

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